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animalkosherComentario de la Parashá

“Vihiyitem kedoshim ki kadosh Ani” (Vayikrá 11:44)

“Vihiyitem kedoshim ki kadosh Ani”.  “Y seréis Kedoshim (diferentes) pues Yo soy Kadosh”.  Así termina la parashá de esta semana, tras enumerarnos los animales, aves y peces permitidos de comer y los prohibidos de consumir. 

El Todopoderoso nos compara consigo en el simple hecho de cuidarnos de los alimentos prohibidos, hasta el nivel que nos advierte la Torá: “No contaminen vuestras almas”, “al tesakezu” ingiriendo reptiles.  No contaminen, no impurifiquen, sean como Yo…  ¡Qué importancia tienen los alimentos que ingerimos!, y la Torá nos advierte en todos los niveles espirituales y corporales culminando sus advertencias diciendo “Venitmetem bam”, y se impurifiquen con ellos, a lo que dijeron nuestros Sabios: No digas “Venitmetem” sino “Venitamtem”, y atrofien su inteligencia.

Ordena a Aharón y a sus hijos... (Vayikrá 6:1)

“Ordena a Aharón y a sus hijos diciéndoles: Esta es la ley…”. Tres niveles en las obligaciones de la Torá: Jok, Torá y Mishpat, tres niveles en el entendimiento humano de los mismos; hay quienes su inteligencia humana puede alcanzar a entenderlas y hay quienes solamente, para los niveles espirituales más elevados como la Profecía, y a un nivel menor el Ruaj Hakodesh permiten entender el mensaje de la Torá.

Hashem se fijó en la Torá y creó el Mundo, pues así nos comenta el Talmud la relación entre la Creación y la Torá, en la que la última no es una recopilación de normas necesaria para el buen comportamiento del mundo, sino mucho más: es la razón de la misma.

El Mundo fue creado para poder realizar la Torá. El Talmud en el Tratado de Shabat nos comenta cómo, cuando el Todopoderoso se disponía a entregar la Torá a Moshé en el Monte de Sinai, se extrañaron los ángeles frente a Hashem sobre cómo iba a ser entregada la Torá, esa maravilla espiritual al humano, ser limitado por sus intereses y placeres, a lo que el Creador le pidió a Moshé le respondiera. Moshé les dijo a los Ángeles: ¿Acaso qué interés tienen ustedes en la Torá?, ¿acaso ustedes tienen padres para que se les obligue su respeto?, ¿acaso tienen deseos para que se les prohíba el robo, la envidia, el adulterio etc.?

La Humildad de Moshé

El judaísmo dice que la humildad es un entendimiento claro y objetivo de quién eres realmente. La persona verdaderamente humilde reconoce sus virtudes y debilidades, respecto de él, de otros y de D'os. Él no tiene una noción falsa acerca de su lugar en el plan de las cosas.

Verse a uno mismo de manera baja es un problema de "humildad falsa". Una historia popular cuenta sobre un director de Ieshivá que reprendió a un estudiante con un aire de humildad. "Tú no eres tan grande como para poder actuar tan pequeñamente" - el Rab le dijo.

Más allá de eso, la humildad falsa puede ser peligrosa. Si uno se ve a sí mismo desfavorablemente, él puede fracasar en realizar la acción necesaria cuando es necesario. El Rebe Najman de Breslev, un gran Rebe jasídico, solía decir que el error de los justos es que se ven a sí mismos demasiado pequeños - y así fracasan en hacer todo lo que podrían llegar a hacer para acercar la redención.

"Betzalel construyó el Arca de madera de acacia..." (Shemot 37:1)

Si una persona hace una Mitzvá con las intenciones más puras, solamente para hacer la voluntad de Di-s, entonces tal Mitzvá será tan especial que dejará una marca permanente en el mundo. La mayoría de los artículos del Mishkán que fueron también usados más adelante en el Primer Templo, se perdieron durante la destrucción del Templo. Solo el Arca de Betzalel quedó.

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